El pasado mes de marzo superó con creces las expectativas en cuanto al consumo de nuestro oro líquido. En esta cuestión, se podría afirmar que la crisis del “coronavirus” ha repercutido positivamente sobre las ventas de este producto. 

 

No se trata de una cuestión “baladí” ya que según el informe de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) sobre el mercado del aceite de oliva correspondiente a este pasado mes de marzo, se vendieron en España más de 57.000 toneladas, lo que supone un incremento en más de 7.000 con respecto al mismo mes del año 2019. 

 

Cabe destacar, que el inicio de la crisis sanitaria en nuestro país supuso un punto de inflexión en el mercado del aceite de oliva, pues se produjo un repunte de más del 130% en su venta con respecto a los datos del año pasado. 

 

Este aumento repentino en el consumo se ha visto acompañado por otros semejantes como el ocurrido con la harina o el arroz.  

 

Todo parece apuntar a que este incremento se ha debido a que la población de nuestro país, al encontrarse confinada en casa, ha preferido elaborar sus propias recetas y no consumir tantos productos ya envasados. 

 

Si bien, cabe destacar que el precio de nuestro producto estrella aún se encuentra muy por debajo del deseado pero, noticias como estas nos hacen apuntar a un mejor horizonte para el sector. A todo esto, cabría sumar el reciente acopio de precipitaciones que registramos en la provincia, motivo de alegría para el agricultor de nuestra tierra. 

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